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jueves, 17 de febrero de 2011

CRÍTICA : IRON & WINE - KISS EACH OTHER CLEAN


PUNTUACIÓN (sobre 10) - 7,2

Este cuarto disco (quinto si contamos el doble de caras B "Around the Well", sexto si añadimos "In the Reins" a dúo con Calexico) de Sam Beam esta dando mucho que hablar, y no es de extrañar pues si a cualquiera nos hubieran dicho hace 9 años cuando publicó su primer trabajo, que su cuarto álbum iba a ser, como es este "Kiss Each Other Clean" no nos lo hubiéramos creído ni locos. El aspecto del bueno de Sam, con su barba poblada, sus camisas a cuadros y el sonido de folk rock americano, de guitarra y voz, sencillo y clásico de aquel estupendo "The Creek Drank the Cradle" , prometían una carrera prolífica , repleta de grandes discos que le convertirían en uno de los cantautores folk de más peso en los años siguientes (para mí, lo ha sido). Pero las apariencias engañaban una vez más, y es este un músico inquieto, con ganas de experimentar y probar diferentes palos. Y aunque es ahora cuando todos lo vemos claramente, lo cierto es que ya nos había dejado pistas como para no sorprendernos. Porque su segundo trabajo "Our Endless Numbered Days" continuaba y mejoraba las prestaciones de se debut, añadiendo algún tema más trabajado. Su tercer larga duración, el sobresaliente "The Shepherd´s Dog" ya mostraba un cambio de sonido elocuente, mayor instrumentación y una clara presencia de arreglos tanto instrumentales como vocales. Y ahora continua con esa evolución, aunque es cierto que aquí el cambio es mucho mayor.
Porque este nuevo disco de Iron & Wine abandona la senda folk rock, para desaire de algunos de sus fans, y se introduce de lleno en un sonido más cálido que partiendo del pop, se deja caer por diferentes estilos, ayudandose de una cargada instrumentación con algo de electrónica, pianos, flautas, marimbas, vientos, saxos y también coros. Lo que no deja es de sonar a clásico, porque los estilos que recorre, tienen sus referentes en los setenta. Así que durante la escucha nos encontramos momentos folk pop, soft rock, funky, jazz e incluso algunos toques étnicos. Y todo guiado por la maravillosa voz de Sam, cada vez más dulce y también más arreglada, todo hay que decirlo.
El disco comienza con la letanía de aires gospel "Walking Far From Home" ( el tema que más recuerda a su anterior álbum), para enseguida dejar claro su intención con un medio tiempo con matices funk y blues como "Me And Lazarus". Despues "Tree By the River" junta a America y Crosby, Stills & Nash con un sonido de pop dulce, en "Monkeys Uptown" suena de todo con un estilo ligeramente electrónico y aires tropicales, para cerrar la primera mitad acercándose a James Taylor en "Half Moon". La segunda mitad continua picando de diferentes platos, desde la más experimental "Rabbit Will Run" que por momentos recuerda a Paul Simon o a Stevie Wonder, hasta la balada soft setentera "Godless Brother In Love" que habría hecho sentir muy orgullosos a JamesTaylor,Cat Stevens, Carole King ... y muchos otros. En "Big Burned Hand" experimenta de nuevo saturando la instrumentación con algo de Jazz y recordando a Frank Zappa en la parte final, y vuelta al soft setentero en "Glad Man Singing". Cierra el lote con los siete minutos de "Your Fake Name Is Good Enough For Me" tema rock dividido en una primera parte con mezcla de rock guitarrero y vientos de música negra, y una segunda de rock clásico setentero, con un in crescendo que eleva el final hasta el infinito.
Entiendo que es difícil puntuar este disco, un paseo por la red os mostrará a la revistas mas cool , que hasta hace poco puntuaban con notables sus trabajos y no le daban la cobertura que a trabajos de pop insustanciales le regalaban, darle ahora un sobresaliente y tenerlo entre sus favoritos del año. Por contra, publicaciones de corte más clásico trazan un camino inverso. Yo me sitúo más cerca del segundo grupo, porque es este un conjunto inferior a sus magníficos segundo y tercer Lp, con algunos temas que se hacen algo pesados, con un sonido algo cargado de más, y claro resulta fácil entender la decepción de los fans más tradicionales. Pero esto no quita para que este sea un trabajo notable, que parece iniciar una nueva ruta en su carrera y que puede llevarle a ser uno de esos pocos músicos que nos ofrecen discos sobresalientes en estilos diferentes. Con un poco de contención en la instrumentación y los arreglos, y consiguiendo que sus temas queden tan redondos como las geniales "Tree By The River", "Godless Brother In Love" y "Your Fake Name Is Good Enough For Me" (desde ya tres de los temas de este 2011), lo tiene hecho.

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