Cuando Fleet Foxes publicaron en el 2008 su debut homónimo, pocos podrían esperar la repercusión que alcanzaron tanto entre el público, como sobre todo entre la crítica musical. Es por aquello que este su nuevo trabajo ha levantado grandes expectativas, llegando al caso de alguna revista que publica su crítica del álbum semanas antes de su publicación , con una copia de dudosa calidad y solo para poder ser los primeros en, normalmente, poder poner alguna pega al nuevo material. Aunque en el caso de Helplessness Blues, la gran mayoría de la prensa ha puntuado el disco con grandes notas, tanto en la prensa mas moderna, como en revistas dedicadas al rock más clásico, llegando alguna de estas últimas a darle un sobresaliente absoluto. Y consiguen esto Fleet Foxes con el mismo estilo con el que lo lograron con su primer largo, partiendo de dos claras influencias que son Crosby, Stills & Nash (con algo también, aunque menos de cuando Young) y America ( hace gracia ver como en toda la prensa moderna no se hace referencia a ellos siendo a veces miméticos los sonidos y las voces dulces que gastan, algunos será por desconocimiento, que ya se sabe como esta el patio, otros por miedo a no parecer nada cools si los nombran) para a partir de ellos acercarse a un indie folk moderno, actualizando el sonido a través de una cuidada producción con una densa instrumentación (hay a quien en esto le recuerdan a los Beach Boys mas barrocos pero les pilla mas de refilón) y muchas piruetas rítmicas que engrandecen buena parte de sus temas y llenan sus discos de sorpresas.
Dado que esta claro que la originalidad no es el fuerte de Fleet Foxes, es evidente que es la calidad y precisión de sus canciones lo que los esta haciendo destacar. Y eso es algo que no cambia en este nuevo disco. Hay que aclarar que Helplessness Blues es un disco inferior a su debut y a su excelente Ep Sun Giant. Lo es principalmente por dos causas, una es que faltan en este nuevo trabajo singles tan evidentes como eran "White Winter Hymnal" o "Your protector" y otra es que el ritmo de álbum es algo lento y se va haciendo ligeramente monótono sobre todo en la segunda parte donde aparecen un par de temas mas desnudos de lo normal como son "Someone You´d Admire" y "Blue Spotted Tail". No encontramos un tema totalmente rápido hasta "Grown Ocean", que curiosamente despide el álbum, en una elección errónea pues a mitad del disco habría roto el ritmo haciendo desaparecer algo la sensación de monotonía. Todo esto convierte a Helplessness Blues en un disco de digestión lenta y seguro que ya estáis cansados de oír eso de que es un disco que necesita escuchas, pero aquí tenemos un caso evidente. Porque a pesar de no tener temas tan directos como su primer largo, si esta lleno de temas como los que al final más nos acabaron gustando entonces. Temas que se hacen grandes a través de la bella aparición de un instrumento inesperado como en "Bedouin Dress", con cambios de ritmo mágicos como en "Sim Sala Bim" y "Helplessness Blues" o con esas piruetas que hacen que cada canción pueda contener varias como en "The Plains/ Bitter Dancer" y en la mejor de todas la inigualable "The Shrine/ An Agurment" donde Robin Pecknold en un momento de la primera parte canta más furioso (recuerda a Roger Daltrey en "Behind Blue Eyes"), como queriendo soltar todo el estrés que dice le ha producido la grabación de este disco.
Es pues este álbum, a pesar del pequeño bajón, un trabajo que confirma a Fleet Foxes tras su deslumbrante debut, y puede que te parezca que ellos reciben muy pronto más aplausos que otros que antes lo merecieron tanto o más, pero lo cierto es que tras el patinazo que supuso la errónea apertura estilística del último de My Morning Jacket tras sus dos sobresalientes predecesores o los cambios de rumbo de Iron & Wine o Bright Eyes de este año, Helplessness Blues apuntala el buen momento del indie folk americana de los últimos años y ya solo falta que lo nuevo de Bon Iver cumpla las expectativas para que los aficionados a este estilo, sigan completamente felices.
Dado que esta claro que la originalidad no es el fuerte de Fleet Foxes, es evidente que es la calidad y precisión de sus canciones lo que los esta haciendo destacar. Y eso es algo que no cambia en este nuevo disco. Hay que aclarar que Helplessness Blues es un disco inferior a su debut y a su excelente Ep Sun Giant. Lo es principalmente por dos causas, una es que faltan en este nuevo trabajo singles tan evidentes como eran "White Winter Hymnal" o "Your protector" y otra es que el ritmo de álbum es algo lento y se va haciendo ligeramente monótono sobre todo en la segunda parte donde aparecen un par de temas mas desnudos de lo normal como son "Someone You´d Admire" y "Blue Spotted Tail". No encontramos un tema totalmente rápido hasta "Grown Ocean", que curiosamente despide el álbum, en una elección errónea pues a mitad del disco habría roto el ritmo haciendo desaparecer algo la sensación de monotonía. Todo esto convierte a Helplessness Blues en un disco de digestión lenta y seguro que ya estáis cansados de oír eso de que es un disco que necesita escuchas, pero aquí tenemos un caso evidente. Porque a pesar de no tener temas tan directos como su primer largo, si esta lleno de temas como los que al final más nos acabaron gustando entonces. Temas que se hacen grandes a través de la bella aparición de un instrumento inesperado como en "Bedouin Dress", con cambios de ritmo mágicos como en "Sim Sala Bim" y "Helplessness Blues" o con esas piruetas que hacen que cada canción pueda contener varias como en "The Plains/ Bitter Dancer" y en la mejor de todas la inigualable "The Shrine/ An Agurment" donde Robin Pecknold en un momento de la primera parte canta más furioso (recuerda a Roger Daltrey en "Behind Blue Eyes"), como queriendo soltar todo el estrés que dice le ha producido la grabación de este disco.
Es pues este álbum, a pesar del pequeño bajón, un trabajo que confirma a Fleet Foxes tras su deslumbrante debut, y puede que te parezca que ellos reciben muy pronto más aplausos que otros que antes lo merecieron tanto o más, pero lo cierto es que tras el patinazo que supuso la errónea apertura estilística del último de My Morning Jacket tras sus dos sobresalientes predecesores o los cambios de rumbo de Iron & Wine o Bright Eyes de este año, Helplessness Blues apuntala el buen momento del indie folk americana de los últimos años y ya solo falta que lo nuevo de Bon Iver cumpla las expectativas para que los aficionados a este estilo, sigan completamente felices.
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