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viernes, 28 de diciembre de 2012

CRÍTICA : TAME IMPALA - LONERISM

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,7

El segundo trabajo de Tame Impala, o lo que es lo mismo Kevin Parker, supone una consagración definitiva entre la prensa musical más cool del momento. Ya su debut Innerspeaker había gozado de una buena acogida y ahora Lonerism que sigue los mismos patrones que aquel ,con la introducción de muchos más teclados y capas sonoras dentro de la revisión del rock psicodélico de los últimos sesentas y primeros setentas que lleva a cabo con maestría el australiano, supone el paso que lo lleva a primera linea del indie actual.
Las influencias siguen estando clarísimas en Lonerism, la entrada de más teclados en detrimento de guitarras y la llegada de algún toque glam, no cambian el que la psicodelia rock de la época hippie y años posteriores siga siendo el principio y el todo en Tame Impala. Habrá quien lo tache de poco original y cierto es que esto algunos lo hemos escuchado y mucho en grupos como Love, Cream, Pink Floyd, Buffalo Springfield, The Nazz, Jimi Hendrix Experience, los Beatles a partir de Revolver, en algunos riffs Zeppelianos ..., pero el mayor acierto de Kevin Parker es que esa revisitación que lleva a cabo nos deja un par de discos actuales y convincentes, con la inestimable ayuda de Dave Fridmann, que de esto sabe un rato. A pesar de el inicio con "Be Above It" ,que es el tema más inmediato del disco con su irresistible batería, Lonerism necesita de escuchas para saborear toda su grandeza sónica, esa que con su espectacularidad contrasta con el intimismo de unas letras sobre la soledad y la alienación. Así con las escuchas es como apreciamos la totalidad de detalles de temas como "Apocalypse Dreams", la más guitarrera "Mind Mischief", "Feels Like We Only Go Backwards" o "Nothing That Has Happened So Far Has Been Anything We Could Control". Intercaladas nos encontramos las canciones con más vocación de single, "Music To Walk Home", "Keep On Lying" y "Elephant", las dos primeras las más pop y la última la más rockera con aires glam  del álbum. Todo  bien entrelazado y sin bajar el nivel de un trabajo que si bien a algunos fans de Innerspeaker pudiera decepcionar por esa falta de guitarras que comentábamos, no ha bajado un ápice de calidad respecto a su debut, más bien lo contrario.
En definitiva, de nuevo un notabilísimo trabajo de referencias que la mayoría de los críticos que lo alaban no han hecho más que criticar, bien por falta de conocimiento (la mayoría de los que hoy en día copan la prensa musical modernilla han crecido principalmente con la música de la segunda mitad de los ochenta en adelante) bien por esa mania de criticar ciertas cosas del pasado porque es lo que toca. Hay una cosa que siempre le agradeceremos a Kevin Parker, y es que ver a muchos de estos plumillas intentar pasar de puntillas por Pink Floyd y algunos otros, mientras describen las maravillas de Lonerism, no tiene precio.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

CRÍTICA : GRIZZLY BEAR - SHIELDS

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,9

El cuarto álbum de Grizzly Bear nos trae pequeños cambios con respecto a las anteriores referencias de los americanos, pero el mismo espiritu preciosista que siempre han mostrado. Si bien es cierto que esos pequeños cambios tienen que ver con una reducción el el barroquismo al que nos tienen acostumbrados en sus melodías y una menor búsqueda de piruetas dentro de sus canciones, no lo es menos que su densa instrumentación y su cuidada producción siguen presentes.  Vamos que Shields es el disco mas formal de la banda, pero aún nos podemos perder en sus capas sonoras, sus cuidados arreglos y los lucimientos de los geniecillos del conservatorio.
Tras un parón de tres años tras el estupendo Veckatimest, Shields hará las delicias de sus fans desde la primera escucha e irá creciendo en posteriores, pues como en toda su discografía gana con el tiempo. Arrancan fuertes con "Sleeping Ute" y "Speak In Rounds" dos temazos repletos de impresionantes arreglos de cuerda y tras el interludio instrumental "Adelma",  llega "Yet Again" tema redondo donde muestran que ese acercamiento a unas estructuras pop-rock más convencionales tambien le sienta bien. Es cierto que la parte central del disco baja un poco el nivel, lo cual no quiere decir que temas como la lenta "The Hunt", el pop más asequible que han hecho jamás que es "A Simple Answer" o las más similares a sus anteriores entregas "What´s Wrong" y "Gun-Shy" sean malos temas, más bien lo contrario y crecen con las escuchas como el resto del álbum, lo  que pasa es que el arranque es mágnifico y la despedida incluso algo más con la impresionante "Half Gate" donde muestran todas sus virtudes como instrumentistas y compositores, uno de los temas del año sin duda, y con ese baladón de corte épico que son los más de siete minutos de "Sun In Your Eyes".
Sus detractores, los que siempre han visto en ellos un grupo excesivo y rebuscado, demasiado ensimismado en su virtuosismo, mas efecticista que efectivo y siempre a la sombra de Radiohead, no necesitan cambiar ni una coma para denostar este Shields, a los que nos gustan no podemos más que regodearnos pues ahí precisamente encontramos sus mayores virtudes, las que construyen  una carrera intachable de la que quizás este no sea su mejor trabajo pero se quedará muy cerca como mínimo y esperamos seguir disfrutando así muchos años.

viernes, 23 de noviembre de 2012

CRÍTICA : TWO GALLANTS - THE BLOOM AND THE BLIGHT

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,3

Como corto es The Bloom And The Blight, esta será una crítica corta, no necesitamos mucho para decir lo que queremos sobre el dúo de San Francisco y sobre su nuevo álbum.
Si buscáis en la mayoría de  webs y revistas musicales de referencia moderna las reseñas de los trabajos de Two Gallants, encontraréis unas notas aceptables, pero sin destacar , más o menos siempre igual, un grupo que va pasando sin destacar demasiado, cierta notoriedad con su segundo largo What The Toll Tells y poco más. Quizá esa se la razón de que llevasen cinco años sin publicar y de que algunos pensasen que lo habían dejado, y  no lo entendemos, sabemos que su estilo no es el que mejor se adapta a los gustos de la prensa musical modernilla, pero lo cierto es que la pequeña cuota que otros similares a ellos han ocupado, bien la hubieran merecido incluso con este disco, que puede ser el más flojo de su discografía pero que aún así es un trabajo notable , pues no desmerecen a los pocos elegidos que han tenido la suerte de entrar por el ojo a unos cuantos críticos, pudiendo  llegar a un público más amplio y disfrutar de ser los músicos de raíces clasicotas preferidos de los indie modernos de turno. Si eres de los que ama el rock clásico y has disfrutado en los últimos años con The White Stripes, los primeros Kings Of Leon o The Black Keys, seguramente ya conocerás a estos chicos, si no, corre.
No recomendaríamos este largo para empezar con Two Gallants, aunque  las señas de identidad siguen siendo la mismas, música de raíces americanas( folk, rock y blues) con un tamiz hard e incluso punk,  de toda su discografía, pues aquí brillan ligeramente por debajo de sus anteriores entregas, pero brillan, no lo dudéis. La evolución que apreciamos en su anterior homónimo Two Gallants, la que reducía la duración de los larguísimos temas de sus dos primeros largos, intentando centrarse en temas más arquetípicos continua aquí, las majestuosas combinaciones de guitarra y batería estan presentes, aunque lo que hace que el álbum sea ligeramente inferior a los anteriores es una pequeña (pequeña sí) búsqueda de grandilocuencia en algunos temas con guitarras eléctricas más planas y monótonas de lo que acostumbran. Aún con eso, aquí hay joyas como "Song of Songs", "Broken Eyes" o "Cradle Pyre", de esas que llevan publicando desde que empezaron, y un puñado de temas que no bajan el nivel, lo que de nuevo hace de este un álbum destacable y ya van cuatro, así que por ahí los seguirán ninguneando pero aquí seguramente se colarán entre lo mejor del año. Solo pedimos que siguan publicando, si tal después ya les pediremos algo más.

CRÍTICA : ANIMAL COLLECTIVE - CENTIPEDE HZ

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,8

Cuando un grupo alcanza la notoriedad y la cuasi total  alabanza de prensa y público, como le ha pasado a Animal Collective, sobre todo con sus excelentes dos anteriores largos, se suele producir un efecto rebote entre la crítica musical que lleva a una especie de búsqueda desesperada de encontrar la manera de reducir la alabanza anterior. Pocos son los grupos (más bien ninguno) que se libran de esto en los últimos años y tampoco el colectivo ha logrado evitar que tras la unanimidad ante Strawberry Jam y Merriweather Post Pavillion, la mayoría de los críticos de los medios más cool, se lanzaran, tras dedicarle a este Centipede Hz entre tres y cinco escuchas apresuradas (gracioso leer en la web de una revista especializada de aquí, como el redactor se defendía ante el comentario al respecto de un lector, recordándole que había escuchado nada menos que cinco veces el disco antes de reseñarlo) a señalarnos los defectos que lo hacen bastante inferior que sus predecesores. Inferior claramente, pero sin pasarse, que lo bueno del nivel que han alcanzado los americanos es que ningún plumilla se atrevería a ponerlos realmente mal. Sirve todo esto para reafirmar la teoría que mantenemos aquí, cuando un grupo ha armado el revuelo que provocó Merriweather Post Pavillion, lo mejor es escuchar el siguiente disco antes de haber leído nada sobre él, de ahí esta crítica dos meses después de la publicación de este de nuevo gran trabajo.
Realmente Centipede Hz continua con las lineas maestras marcadas por el colectivo animal en sus últimas entregas. Musicalmente las influencias siguen siendo las mismas, un millón de cosas. Las melodías clásicas del pop y el rock se unen a los trucos sacados del rock sinfónico y progresivo para ser triturados, remezclados y sacudidos con cuanto aparato y efecto nos imaginemos con la habitual maestría del grupo. Sin duda la gran diferencia con Merriweather Post Pavillion es la falta de la calidez de algunos ritmos que tenía aquel, como si el trabajo en solitario de Panda Bear, Tomboy, que se dividía entre temas que recordaban inequivocamente al anterior trabajo de la banda madre y otra parte más oscura y fría cercana a algunos momentos de este nuevo álbum, hubiese servido de puente entre los dos. De hecho y aunque varios estribillos nos recordaran las más contagiosas melodías del grupo, el ritmo general del álbum se muestra algo más rockero (entendiendo rockero dentro del concepto Animal Collective, claro) sin casi pausa y con mayor presencia de guitarra y baterias, muestra una vuelta a ciertos momentos de sus trabajos menos amables, aunque como decíamos siempre bien contrarrestado por esos estribillos redondos ("Today´s Supernatural", "Father Time", "Pulleys", "Amanita"). Es algo menos inmediato sin duda, pero este no es ni mucho menos un trabajo de ruptura con el camino más abierto que esta siguiendo el grupo. Desde la potente "Moonjock" hasta la irresistible "Amanita" es difícil encontrar un momento de bajón, y el mayor pero que se le puede poner a Centipede Hz, y lo que lo hace circular ligeramente por debajo de sus dos predecesores, es que los momentos más brillantes y luminosos, esos con los que nos elevan poseídos por ganas irrefrenables de movernos, son demasiado similares a los de los otros trabajos.
Para terminar, afirmar que aunque sí, nosotros también situamos Centipede Hz algo por debajo de otros de sus discos,  creemos que es ligera la diferencia, y eso con la destacadísima discografía que poseen, hace que sea de nuevo un excelente trabajo. Quizás pronto empecemos a pedirles algo diferente, pero de momento y por mucho que algunos se empeñen, con Animal Collective lo mejor es pasar de las opiniones de todo el mundo y disfrutar como enanos de una de las bandas más singulares y acertadas que existen en la actualidad.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

CRÍTICA : JAPANDROIDS - CELEBRATION ROCK

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,7

El segundo (tercero si añadimos No Singles)  álbum de Japandroids es directo y sincero desde el titulo. Todo en este trabajo nos arrastra a una sensación de euforia juvenil, sus guitarrazos, sus continuos ooohhss, uuuhhhhs y oohh yeahhhs, su magnífica batería sin pausa y sus letras festivas, alcohólicas e incluso febrilmente románticas, todo se une para arrastrarnos a un entusiasmo desbordante. Puliendo las partes más densas de su destacado debut, Brian King y David Prowse han redondeado sus temas y firman una autentica celebración.
Las pautas de este nuevo trabajo no se distancian mucho de las de su primer largo, dejando a un lado el abandono de los temas más pesados de Post Nothing, las influencias se mantienen aquí con referentes claros, como Hüsker Dü, prestando atención a aquellas bandas  de los noventa que también seguían esos pasos, como Superchunk, y cada vez fijándose más en los grupos noise de aquellos años. Desde que empiezan a sonar los fuegos artificiales que dan la entrada al disco, las excelentes "The Nights Of Wine And Roses" y "Fire´s Highway" te adentran en todo lo destacado del dúo de Vancouver, tras ellas "Evil´s Sway" mantiene el nivel a ritmo endiablado. El disco no es perfecto, la parte central que forman "For The Love of Ivy" y "Adrenaline Nightshift" baja algo el nivel, sin ser malos temas, ni mucho menos, les pesa el uso de recursos demasiado vistos en este tipo de música. Pero en un trabajo de solo 35 minutos y ocho temas, rapidamente "Younger Us" recupera el pulso y nos acerca al final que recupera de nuevo el nivel del inicio, con de nuevo dos excelentes temas, la fabulosa "The House That Heaven Built" y la despedida con "Continuous Thunder", única canción que rebaja algo el ritmo y que con sus guitarras pegadizas podría hacer pensar en su llegada a un público más amplio. Tras la despedida, de nuevo con fuegos artificiales, es imposible resistirse a una nueva escucha. Muchos dirán que este es un álbum destinado a una audiencia principalmente joven, en edad de borracheras, noches en vela y fiesta continua, no estamos de acuerdo, esos lo disfrutarán, pero no más que los que sin estar en esa edad, se volverán a sentir en ella escuchándolo.
Con este Celebration Rock, se sitúan en lo más alto de un estilo que siempre nos da alegrías, codeándose con otro dúo de lujo, No Age, mientras estos en su tercer largo abrieron su paleta de influencias mostrando un gran porvenir, Japandroids han perfeccionado lo que mostraron en su debut, quizás en próximas entregas les pediremos una evolución parecida a la de los de Los Angeles, pero de momento disfrutemos de esta fiesta hasta destrozarnos el cuello.


martes, 4 de septiembre de 2012

CRÍTICA : DIRTY PROJECTORS - SWING LO MAGELLAN

PUNTUACIÓN (sobre 10)   -  7,6

El impacto de su anterior álbum Bitte Orca marcaba mucho las expectativas sobre este nuevo Swing Lo Magellan, como era de esperar David Longstreth ha marcado unas pautas muy similares a las que les proporcionaron el éxito hace tres años. Como además esas pautas incluyen esa personalidad propia que el grupo se ha labrado, pues miel sobre hojuelas. Si bien es cierto que este trabajo puede estar un peldaño por debajo de su anterior e incluso de alguno de sus primeros cinco largos (¡ojo! injustamente olvidados), pero ni mucho menos supone un paso atrás en su discografía y vuelve a ser un disco notable, en el que se vuelven a mostrar como uno de las bandas más creativas dentro del pop actual, además con capacidad para llegar a un público amplio sin perder un ápice de credibilidad artística.
Las innumerables referencias de Dirty Projectors se mantienen practicamente intactas en este nuevo trabajo, y su mezcla de muchas cosas dentro a menudo de un mismo tema , lo que no los convierte en originales en el propio sentido de la palabra, pero sin duda sí en su uso de esas referencias, brilla aquí de nuevo. Tanto cuando transforman a su manera el R&B de querencia pop y aires negroides que tanto triunfa en las listas americanas, esta quizás sea la parte que más cuota se lleva del total, y lo hacen ahora sin incluir un tema tan malo como "Stillnes Is The Move", con el que los plumillas cool pudieron ahogar su frustración por no poder tararear a lo loco temas de Nelly Furtado y demás, como cuando se adentran  al sonido más clásico del pop-rock  de los sesenta y setenta, vuelven a acertar. Nos parece un poco inferior que su anterior largo por  algún detalle, el más importante es que, quizás por ese mayor acercamiento a la música negra del que hablábamos, los increíbles arreglos de cuerda de Bitte Orca, que unían referentes de rock sinfónico con rock potente o pop delicado, tienen aquí menos presencia y ceden en exceso el protagonismo a la base rítmica, además y a pesar del buen nivel medio que mantienen todos los temas, se echa de menos algo tan hermoso como "Two Doves" y algo tan alucinante como "Useful Chamber". Aún con todo, temas como la titular "Swing Lo Magellan" o "The Socialites" se lucen en su versión más tranquila mientras que "Offspring are Blank", "Just From Chevron", "Dance For You" o "See What She Seeing" nos vuelven a sorprender con sus cuerdas, sus coros y mil detalles más, mientras que  un tema como "About To Die" bien podría botar a todas las insufribles divas pop de las listas de singles más bailados y vendidos.
Para acabar, decir que este álbum se ha hecho esperar algo más de lo habitual en ellos, sin duda en eso ha influido el éxito del anterior, pero nos parece que son Dirty projectors uno de esos grupos a los que poco se le puede exigir en cuanto a evolución a la hora de publicar nuevo material, pues su discografía muestra una clara intención de avanzar siempre aunque no sea a base de grandes cambios, con lo que esperamos el próximo pronto, y haciendo lo que les venga en gana.

martes, 24 de julio de 2012

CRÍTICA : SIGUR RÓS - VALTARI

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,5

Que Sigur Rós son un grupo diferente es algo evidente, no solo en su música, sino también en la forma de tomarse su carrera. Lo cierto es que muy pocos podrían pensar cuando publicaron Von hace ya 15 años, lo lejos que llegarían estos islandeses, que entonces tenían pinta de ser un grupo para unos pocos inquietos. Pero todo empezó a cambiar a partir de Ágætis Byrjun, obra maestra que los situó en el mapa, mientras que el posterior ( ), de nuevo un discazo, se radicalizaba en una propuesta diferente, con una obra casi conceptual llena de momentos mágicos, parecía que el grupo se convertía en un referente para los más raros de la clase, para los que necesitaban algo más. Y entonces para sorpresa y temor de sus seguidores llegó su ligerísimo acercamiento a sonidos algo más pop, más abiertos a un publico más amplio (dentro, claro esta, de un limite, pues lo especial del grupo limita las posibilidades a oídos preparados), no supuso ningún problema pues primero Takk  y después Með Suð í Eyrum Við Spilum Endalaust, este sobre todo en su primera mitad, miraban cara a cara a sus antecesores sin palidecer. Fue entonces cuando más populares se volvieron, buenas ventas, un buen número de fieles y una fiebre publicitaria por sus melodías, primero plagiándolas ante la negativa a cederlas del grupo, que llego a quejarse en su web (buscad en la red, hay varias espectaculares) y después sumando las del buen disco, aún más  pop, de Jonsi en solitario ya de manera consentida, se han convertido en uno de los grupos más usados para anuncios. Lo que nadie esperaba fueron los casi cuatro años de parón justo en ese momento, y quizá aún menos este regreso, tras el directo Inni, pues lo fácil era pensar en un nuevo paso en ese camino más abierto del que hablábamos, pero Valtari es si cabe su disco menos comercial, entendiendo comercial al nivel que un grupo como este puede serlo, totalmente alejado de ese camino que parecía que habían iniciado. Lo que decíamos un  grupo diferente, con un camino que solo ellos pueden marcar, puede que eso les haga un grupo difícil de seguir y este su disco menos valorado, llegando a ver incluso a los pocos plumillas cool que hasta ahora los habían vanagloriado, empezar a renegar.
Musicalmente hablando Valtari parece aclarar que el camino que llevaba el grupo no era lo que realmente querían, quizá sí para la carrera de Jonsi en solitario, pero no para la banda madre, incluso parece explicar el porqué de el parón indefinido que se tomaron. Pero lo cierto es que el álbum tiene una primera parte magnífica, posiblemente los mejores 26 minutos de lo que llevamos de año, ciertamente lentos y mucho menos épicos de a lo que nos venían acostumbrando (a excepción de "Varúð"), pero de una belleza y una delicadeza insuperables. Cada nota, pequeño cambio de ritmo, entrada de un instrumento o alargadísima vocal de la insuperable voz de Jonsi, hacen que cada escucha de "Ég Anda", "Ekki Múkk" y "Rembihnútur" se vuelva más mágica, recordándonos, y eso es mucho decir, las partes más pausadas de Ágætis Byrjun. El tercer corte "Varúð", el único tema del álbum que también serviría para las magníficas cortinillas de Teledeporte o para el final épico de peliculas como 127 Horas, realza esta primera mitad con ese final in crescendo de magníficos coros, esplendidas guitarras y apoteósica batería, otro de esos temas únicos, ya van unos cuantos, que un único grupo puede hacer en el mundo. Ciertamente la segunda parte del álbum, como en su anterior disco no mantiene el nivel de la primera, la monotonía que provoca el colocar los cuatro temas más lentos, sin practicamente ninguna aparición de la voz de Jonsi, a excepción de la situada en primer lugar "Dauðalogn", es su mayor carga, a lo que se suma algún momento excesivamente ambiental o incluso new age poco acertados, aún con todo "Varðeldur" y la titular "Valtari" consiguen momentos muy acertados antes de que la despedida con "Fjögur Pianó", pieza que  nos muestra de nuevo la facilidad del grupo con ese instrumento aunque aquí siempre esperemos que la melodía estalle y se vuelva algo más.
No sabemos como van a ser los siguientes pasos de los islandeses, y en el fondo nos encanta, por que es cierto que la segunda mitad de este álbum es algo fallida, o incluso que ya la de Með Suð í Eyrum Við Spilum Endalaust bajaba un poco el nivel, pero es que hablamos de un nivel tan alto que ni siquiera preocupa, pocos muy pocos, pueden ofrecer algo tan hermoso y a la vez tan diferente, tan calmado aquí y tan vigoroso y optimista allí, como las dos primeras partes de estos dos discos, y todo reconociendo que ninguno de los dos se encuentra entre sus obras cumbre. Nos parece que a partir de ahora empezará a bajar un poco su popularidad, que no habrá revista de modernos que le vuelva a dedicar grandes artículos y que a ellos poco o nada les importará, y a nosotros tampoco mientras continúen publicando y tocando en directo a poder ser sin que vuelvan a pasar cuatro años y haciendo lo que les de la gana, como titular este remanso de paz y belleza Valtari, que significa Apisonadora.

jueves, 12 de julio de 2012

CRÍTICA : LOVE OF LESBIAN - LA NOCHE ETERNA / LOS DÍAS NO VIVIDOS

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  6,6

El nuevo trabajo de los catalanes, no podía ser de otra forma tras el éxito conseguido con su anterior largo, ha traído consigo el ya aburrido debate del fake indie nacional y la supuesta bajada de calidad de ciertos grupos que han pasado ha cosechar buenos resultados en las listas de ventas. Intentando cerrar la discusión lo más rápido posible, diremos que este doble disco es el peor de todos sus álbums en castellano, pero sin olvidar que su anterior 1999, ya había rebajado la calidad de sus dos primeras incursiones en la lengua de Cervantes y de su fantástico Ungravity. De todas formas La noche eterna / Los días no vividos sigue atesorando bastantes buenos temas como para hacer inmerecidos ciertos palos exagerados que se están llevando. Exagerados y infundados sobre todo en dos casos, uno los que vienen de aquellos que aseguran que 1999 es su obra magna y otro los que aprovechan para repartirle a toda su carrera, ninguneando trabajos como Maniobras De Escapismo y el excelente Cuentos Chinos Para Niños Del Japón, sí o sí dos de los mejores discos nacionales publicados en la pasada década.
Musicalmente hablando, el nuevo trabajo de Santi Balmes y los suyos, arrastra ciertos pecados que hacen fácil la explicación de porque nos ha gustado menos que los anteriores, la producción e instrumentación saturada, no ayudan en nada a mejorar los temas, la siempre difícil decisión de hacer un disco doble, que aquí se acaba pagando con una duración excesiva que perjudica a los mejores temas, que podrían haber formado un solo álbum más acertado, y también, hay que reconocerlo, ese intento de repetir el éxito de masas de la pesada "Club De Fans De John Boy", les ha hecho perder algo de frescura y rellenar el disco con varias canciones demasiado grandilocuentes para el terreno en el que mejor se manejan. Aún con todo y a pesar de algunos, La Noche Eterna y sobre todo Los Días No Vividos contienen unos cuantos temas para sacar pecho, desde "Belice", "Oniria E Insomnia" o "Wio, Antenas Y Pijamas" que quedan por debajo de temazos como "Los Colores De Una Sombra", "Segundo Asalto", "Mi Personulidad" ... pero son perfectamente "lesbianos", hasta "El Hambre Invisible" que si fuera en Ingles y estuviera en el último trabajo de M83 sería un hitazo internacional, y como no, incluyendo un par de esos himnos divertidos que siempre han bordado y aquí no es menos en "Si Tú Dices Ben, Yo Digo Affleck" y "Los Toros En La Wii (Fantástico)". Para terminar el repaso a lo más positivo, destacar curiosamente como quizá la mejor del lote, "Nadie Por Las Calles", y decimos curiosamente por ser un tema que esta a punto de caer en ese lado de grandilocuencia del que hablábamos antes, con ese toque épico y esos vientos clasicotes que por cierto recuerdan muchísimo a los últimos trabajos de Xoel López como Deluxe, pero un par de escuchas y el tema te atrapa y te levanta con una facilidad pasmosa. Como decíamos con estas canciones un trabajo sencillo habría quedado mucho más apañado.
No sabemos que deparará el futuro de Love Of Lesbian, ni si seguirán teniendo éxito, de momento parece que sí, dadas las ventas que están consiguiendo, pero sea como fuere, la sensación de que Balmes ha estado intentando  componer algo que siga triunfando, pero sin que se les pueda acusar de estar vendiéndose al mainstream, parece recorrer por momentos este trabajo, y la verdad es que con una discografía como la suya, esto debería importarles bien poco, que seguro hacer lo que les de la gana les irá mejor y nos permitirá a muchos seguir disfrutando con sus discos y en sus divertidos conciertos, estén o no repletos de jóvenes fans chillonas.

jueves, 5 de julio de 2012

CRÍTICA : BEACH HOUSE - BLOOM

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,5

Que Beach House se han convertido en uno de los grupos indies de moda en la actualidad es irrefutable, sirva de prueba su actuación en el Optimus Primavera Sound, a reventar de fans, imposible verlos, en un fallo de la organización, uno de los pocos de un estupendo festival, al colocarlos en el escenario más pequeño. Su anterior disco Teen Dream los puso a la cabeza de los grupos adorados por los medios más cool del mundillo indie, y este Bloom siguiendo de manera casi mimética el estilo de aquel, no ha hecho más que afianzarlos en esa posición y proporcionarles un buen número de fans. Y todo, aunque la mayor parte tanto de los plumillas  modernos como de los fans, o bien no tengan ni idea de quien es, o bien no soporten a Stevie Nicks.
Porque en este cuarto trabajo de los de Baltimore, la referencia de los Fleetwood Mac de la época de Stevie Nicks sigue estando presente (y no precisamente a sus mejores discos) , la particular voz de Victoria Legrand y la suavidad en las cuerdas de Alex Scally lo hacen inevitable. Pero al igual que con Teen Dream el grupo al que más recuerda, demasiado a veces, la escucha de Bloom es a Cocteau Twins, sin duda a ellos les deben las bases de su dream pop. Sirva todo esto para aclarar que, en contra de lo que piensan muchos de sus seguidores, el fuerte de Beach House no es su novedad ni originalidad. Sin duda lo que hay que destacar del dúo, es su facilidad para crear temas delicadamente ensoñadores de esos que no paran de crecer con las escuchas, con melodías adictivas por doquier, melodías que ya conseguían en su homónimo debut largo, que mejoraron sustancialmente en Devotion, pero que fue a partir de su anterior largo cuando redondearon con la producción más adecuada. En este nuevo largo vuelven a dejarnos un buen puñado de temazos, destacando sobre todas la inicial "Myth" perfecta definición de el sonido que les llevado a destacar, y el cierre (sin contar el tema escondido) de "Irene" el único  en el que las cuerdas se vuelven protagonistas principales, ambas bien acompañadas por "Wild", "The Hours" o "Wishes" y en general por un buen nivel en todo el minutaje. Aún con todo, Bloom se queda un peldaño por debajo de su antecesor, quizá sea por el mimetismo en la fórmula, solo alterada para una ligera perdida de protagonismo de las seis cuerdas en favor de los teclados, o por la ausencia de un temazo que lo rasgaba todo como era "10 Mile Stereo", pero se convierte en un más que digno sucesor que hará las delicias de sus más acérrimos.
Ahora lo que habrá que esperar con atención es su próximo paso, pues será interesante comprobar si optan por seguir la senda marcada, lo que podría ser un paso atrás, o en cambio dan un paso adelante arriesgando con una mayor importancia de las guitarras, que en sus inicios no parecía que fueran a quedar tan escoradas, y dejándose llevar a veces por algún acelerón  en el ritmo, haciéndose este  menos monótono. A nosotros sin duda, y aunque tenemos claro que este es un grupo del que deben huir los más fieles al rock guitarrero, nos gustaría la segunda opción, que por eso "10 Mile Stereo" e "Irene" son nuestras favoritas.

viernes, 1 de junio de 2012

CRÍTICA : RUFUS WAINWRIGHT - OUT OF THE GAME

PUNTUACIÓN (sobre 10)  - 6,8

Los últimos pasos de Rufus Wainwright en sus trabajos de estudio, fuera de homenajes y directos, llevan una  linea que lo aleja  del barroquismo sonoro de Want One y Want Two. Esto le permite moverse con comodidad, en zonas cercanas a sus ídolos, consiguiendo crear buenos discos con facilidad, pero también  esta convirtiendo la suya en una carrera algo monótona en sus últimas referencias. Lo mejor de este nuevo Out Of The Game, lo encontramos en la segunda de su minutaje, que se vuelve un poco más personal y se acerca más a algunos de sus primeros temas, con un aire algo más moderno, alejándose de los temas del principio del álbum, que vuelven a transitar por caminos que ya abundan en su carrera y que remiten directamente a pianistas de los setenta y a musicales clásicos que aunque siguen siendo canciones más que correctas, ya se las tenemos muy vistas y además a pesar de su calidad, nunca sonarán mejor que  las de Billy Joel.
Ya desde el primer tema homónimo, apreciamos esas influencias clásicas de pop setentero en el de Nueva York, que continúan en los siguientes temas, "Jericho", "Rashida", "Barbara" y "Welcome To the Ball", en los que se va añadiendo también el Rufus que homenajea a Judy Garland, sobre todo al llegar "Montauk". Una primera mitad con buenos temas pero que como decía se hace algo monótona por estar demasiado vista ultimamente en sus trabajos. La segunda mitad comienza con "Bitter Tears", que ya nos enseña una senda diferente, ligeras bases electrónicas para un tema muy rítmico, que aunque no muy logrado, nos introduce en una segunda parte mucho más variada y por momentos acertada. "Respectable Dive" nos trae una balada al piano de cualquier pub oscuro a última hora de una noche de recuerdos, "Perfect Man" con su fantástico estribillo, nos muestra a un solista capaz de recuperar fuerza comercial, mientras "Sometimes You Need" es una de esas joyas que, a pesar de su clasicismo y como consiguiera "Going To A Town", triunfará entre los lectores de las revistas más cools del indie actual. "Song Of You" es uno de esos baladones en los que tan a gusto se encuentra, mientras que la despedida con "Candles" uno de los temas más ambiciosos de álbum, sin llegar a conseguir todo lo que busca, consigue mantener el buen sabor de boca que deja toda la parte final,  que es la que hace que este Out Of The Game, se situe un peldaño por encima del irregular Release The Stars o dos de su demasiado plano All Days Are Nights: Songs For Lulu.
Terminamos dejando claro que a muchos gustará ese Rufus Wainwright del principio del disco, y aunque es lógico, no lo es menos el hecho de que ese talento que sabemos posee, debiera dejarle ser más atrevido a partir de ahora, que parece se ha recuperado de una mala época y llevarlo a soltarse del todo, en la busqueda de desarrollar todo lo que tiene para ofrecernos musicalmente, que es mucho.

lunes, 14 de mayo de 2012

CRÍTICA : THE FLAMING LIPS - THE FLAMING LIPS AND HEADY FWENDS

PUNTUACIÓN (SOBRE 10)  -  7,2

En el vertiginoso ritmo de novedades que durante los últimos tiempos nos presentan The Flaming Lips, quizás esta recopilación de colaboraciones, antes publicadas como Ep´s, en formato de doble Lp sea la menos novedosa de todas, pero posiblemente se convierta en una de las más interesantes. Sin duda el encanto de ver a unas luminarias como los americanos, a dúo con algunos nombres destacados del indie de los últimos años y el curiosear como se han influido tiene miga. Lo cierto, es que el doble álbum no se separa mucho de lo que podría haber sido un trabajo en solitario de Flaming Lips, aunque justo es reconocer que el estilo de varios de los colaboradores ha influido bastante en el resultado de los temas, a veces de manera natural pues la conjunción fluye con facilidad, otras las más erróneas de manera más forzada y equivocada.
Comenzando por esa parte más fallida diremos que la colaboración con Ke$a, que abre el disco, decepciona a pesar de que se detectan claves del sonido del grupo, que el tema con Yoko Ono nos ha cansado por repetitivo, al igual que el de New Fumes y que la colaboración con Chris Martin, aunque capta por momentos la delicadeza de las baladas de Coldplay, resulta bastante rebuscada. En el lado opuesto, las colaboraciones con dos de los más grandes nombres del indie folk actual, Bon Iver y Jim James, debió ser de lo más sencilla, pues el primero ha demostrado lo bien que se adapta en esto de las colaboraciones y "Ashes In The Air" se aprovecha de su voz para brillar, y el segundo ya es alguien que se muestra abierto a la apertura estilística con sus My Morning Jacket y aquí, como no, encaja perfectamente en ese despiporre sónico que es "That Ain't My Trip". También conjugan fácilmente, desde su querencia por la psicodelia setentera , Tame Impala en la fantástica "Children Of The Moon" y Edward Sharpe And The Magnetic Zeros con su habitual aire de comuna hippie de los sesenta, en "Helping the Retarded To Find God". Con Nick Cave tampoco había dudas y aunque el tema no es lo mejor del conjunto, tampoco decepciona, al igual que las canciones con Neon Indian y con el más desapercibido Prefuse 73. Por último un  par de colaboraciones que sin duda en principio no parecían destacar sobre las demás, se convierten en lo mejor del lote, la delicadeza de los más de 10 minutos de  "The First Time I Saw Your Face" con Erikah Baduh y sobre todo la grandiosa "I´m Working At NASA On Acid", con unos calmados  Lightning Bolt.
Para concluir, dejar claro que este nuevo proyecto no se acerca a las cotas de sus obras magnas The Soft Bulletin y Yosimi Battles The Pink Robots, ni tampoco alcanza a sus dos notables últimos trabajos (aunque por momentos el sonido recuerde  a Embryonic), pero se muestra atinado en la mayor parte del minutaje y la escucha supera sin problemas la falta de cohesión lógica que sufre el álbum, y a pesar de algún bajón nos hacen disfrutar una vez más, mientras pensamos en lo poco que queda para verlos de nuevo en directo por aquí.


jueves, 19 de abril de 2012

CRÍTICA : THE SHINS - PORT OF MORROW


PUNTUACIÓN (sobre 10) - 7,2

Para empezar siendo claros, este cuarto larga duración de The Shins es su peor trabajo hasta la fecha, y aunque eso unido a la expectación creada tras cinco años de espera podría significar una decepción , nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que este nuevo Port Of Morrow vuelve a ser un disco notable, con un buen puñado de temas irresistibles, que no alcanza a sus predecesores pero que ni mucho menos los desmerece. Todo esto no hace más que confirmar a James Mercer como uno de los más interesantes compositores pop de este siglo y a sus The Shins como un grupo de carrera brillante (aunque perezosa), digno de acceder al olimpo indie de los mejores grupos de los últimos años.
Lo que hace inferior este nuevo disco a sus anteriores es, además de una producción a veces algo facilona y rebuscada que llega en algún momento a hacer sonar algún tema excesivamente comercial ("40 Mark Strasse"), sobre todo el ser un disco que va claramente de más a menos, el esplendoroso inicio, que se logra mantener hasta mas de la mitad del ,se va diluyendo hasta caer en un final decepcionante con la citada "40 Mark Strasse" y el errado cierre con la titular "Port Of Morrow". Mientras, lo que hace al álbum un trabajo destacable, nos lo encontramos al inicio, con las espectaculares "The Rifle's Spiral" y "Simple Song" que alcanzan la perfecta frescura pop de los temas de sus dos primeros largos Oh Inverted World y Chutes To Narrow. A continuación, "It's Only Life" sigue la estupenda senda marcada, ahora demostrando que con un ritmo más lento, Mercer también se luce. Después "Bait and Switch" nos enseña su espíritu inquieto, ese que le hace intentar no repetirse y "September" vuelve al ritmo lento, aquí con un tono más tácito. "No Way Down" recupera la frescura del inicio con un acierto que ya no volverá, pues los aires clásicos de "For A Fool" a pesar de la calidad, se muestran un poco monótonos, mientras que "Fall Of '82" se enreda al intentar volver a los caminos iniciales y de los dos últimos temas ya hemos hablado. Es ante todo este Port Of Morrow un trabajo variado, que no inventa nada, pero que como siempre en la carrera del grupo busca no repetirse, bailando entre diferentes tipos de pop, a veces más clásico (Beatles, Byrds, Zombies), a veces más moderno, con algún ligero toque electrónico, lejos eso sí del proyecto paralelo a dúo con Danger Mouse, Broken Bells, llegando a conseguir que por momentos parezca que estamos escuchando a más de un grupo dentro del mismo álbum, a veces cercano a la frescura de sus dos primeros, otras (que aquí son las más fallidas), volviendo al aire más denso de su anterior esfuerzo Vincing The Night Away.
Para terminar, dejar claro que hay dos quejas que plantear al bueno de James Mercer, una que cuatro discos en doce años es una miseria y que este es el proyecto en que debería centrar sus principales esfuerzos, la otra es que hay un pequeño país al otro lado del Atlántico, llamado España, con muchos fans de The Shins que llevan demasiado tiempo esperando para verlos en directo.

martes, 27 de marzo de 2012

CRÍTICA : BRUCE SPRINGSTEEN - WRECKING BALL


PUNTUACIÓN (sobre 10) - 5,7

Esta claro que a un mito musical como Bruce Springsteen, es difícil pedirle, a estas altura de su carrera, que mantenga un nivel similar al de sus mejores años, pero no es menos cierto que con este Wrecking Ball el boss cierra, esperemos que definitivamente, una trilogía de discos que no merecen ni siquiera comparación con sus obras magnas. Después de revisitar a Pete Seeger de manera grandiosa en el año 2005 con We Shall Overcome, Magic y Working On A Dream apenas dejaban un par de temas que pudieran sobrevivir en sus impresionantes directos y quedarán como obras menores de su impresionante discografía, lo mismo que sucede con este nuevo esfuerzo del de New Jersey, cercenado desde el principio con una producción que equivoca el camino y cubre los temas de una capa mitad AOR, mitad sobreinstrumentación mal aplicadas. No nos engañemos, el conjunto de temas tampoco es que este a la altura del Born To Run, pero un productor algo más acertado que Ron Aniello les podría haber sacado mucho más provecho.
Quizás un disco que parte de la premisa de ser una protesta ante la situación económica mundial, se hubiera merecido mostrarnos a un Bruce más desnudo y descarnado, destacando las quejas que alguien tan comprometido como él, lanza a buena parte de los culpables de la crisis mundial que vivimos, nunca lo esperaríamos ornamentado tan artificialmente como en "Rocky Ground" ni sobrecargando sin sentido una joya como "Land Of Hope And Dreams" o buenos temas como "This Depression" y "Death To My Hometown". El álbum salva el aprobado gracias sobre todo a unas letras muy acertadas y oportunas, a los temas de espíritu folk festivo que se miran al espejo de las Seeger Sessions como "Shackled And Drawn" o "Jack Of All Trades" , mientras el valor seguro que siempre ha mostrado para componer joyas de rock épico, que arrasan en sus conciertos y que tanto han imitado grupos actuales como Arcade Fire o The War On Drugs, tienen aquí su pequeña cuota en la inagural "We Take Care Of Our Own", en la recuperada "Land Of Hope And Dreams" aún con el inolvidable Clarence Clemons y en menor medida en la titular "Wrecking Ball".
Para terminar aclarar que esta claro que este es un disco que supera la media de la mucha basura que se publica hoy en día, lo cual ,no quita que un fan como yo, se pregunte porque el bueno de Bruce no toma las riendas de su carrera al estilo Neil Young, trabajando con gente ya conocida con quien todo suele salir bien, o como mucho acercándose a prestigiosos productores que tengan algo decente que aportarle. Yo no tendría dudas, cuanto más directo y rockero sea el sonido para sus discos con la E Street Band mejor. Seguro que en el siguiente. Nos vemos en alguna de las citas de su próxima gira.

martes, 20 de marzo de 2012

CRÍTICA : THE MEN - OPEN YOUR HEART


PUNTUACIÓN (sobre 10) - 7,5

El nuevo trabajo de el ahora cuarteto de Brooklyn, no hace sino confirmar un camino marcado por el deseo de ir ampliando las vertientes de su música, desde sus inicios con el Ep We Are The Men y su primer largo Immaculada, ambos autoproducidos, hasta su llegada a Sacred Bones con su anterior Leave Home y más que nunca en este Open Your Heart, The Men no paran de crecer sin ponerse ninguna limitación, siempre guiados por un espíritu ruidoso y potente, que es lo único, de momento, innegociable en su sonido. La potencia lo-fi que destilaba el post-hardcore, punk y noise de su debut se va mezclando con la llegada de sonidos cercanos al rock alternativo, a la psicodelia, al shoegaze, al kraut-rock, al hard rock e incluso ahora con acercamientos al country. Todo ello alejándose cada vez más del lo-fi, acercándose a nuevos logros, pero sin perder ese espíritu de sus inicios.
Sus detractores sin duda hablarán de falta de originalidad en su propuesta, y si bien es cierto que The Men no ocultan sus influencias, la manera de utilizarlas y mezclarlas, si dota a sus temas de cierta personalidad propia, además pocos álbums podemos citar que contengan en 45 minutos influencias tan variadas como; los grupos británicos de punk de los 70, Sonic Youth, My Bloody Valentine o The Stone Roses, psicodelia salpicando muchos temas, aires kraut en ciertos pasajes instrumentales, riffs que citan a Led Zeppelin, explosiones sónicas que recuerdan a MC5 y para rematar ese alt-country ruidoso que se marcan en "Candy", un tema que quizás alguno de los fans de su versión primeriza no disfrutará, pero que ellos logran que encaje y marque un punto álgido del disco. Lo cierto es que los temas de Open Yourt Heart destacan en todas esas vertientes que nos ofrece el grupo, desde los imparables riffs de la inicial "Turn It Around" o la titular "Open Your Heart", pasando por el punk demoledor de "Animal" y "Cube", las pausas de la instrumental "Country Song" y la ya citada "Candy", los aires shoegaze y noise de "Please Don´t Go Away" y "Ex-Dreams" fantástica como despedida de álbum, pero sobre todas destacan los dos temas de más de siete minutos "Oscillation" y "Presence", ambas desarrolladas sobre una larga primera parte instrumental de influencia psicodélica con un punto kraut que van creciendo hasta un demoledor final en la primera y un magnífico acercamiento stonerosiano en la segunda.
Terminamos aclarando que por mucho que el grupo amplía sus referentes, siguen sin ser un grupo para gente no aficionada al rock ruidoso, por lo mismo que cualquiera que lo haya disfrutado alguna vez, debería darle una oportunidad. Gran noticia sin duda este nuevo esfuerzo de The Men, no solo por lo que nos ofrece, sino por todas las posibilidades que muestra el grupo y que confiamos sigan explotando con la misma voracidad que hasta ahora.

martes, 28 de febrero de 2012

CRÍTICA : DAMIEN JURADO - MARAQOPA


PUNTUACIÓN (sobre 10) - 7,4

Damien Jurado es uno de esos músicos que nunca obtendrá un fácil reconocimiento de sus indudables méritos, tras quince años de carrera esta afirmación parece clara. No es porque la calidad de sus discos no le alcance para ello, de hecho y salvo un par de excepciones, sus ya once largos y varios EPs han estado casi siempre a una altura notable, es más bien que hay artistas que no se sabe muy bien porque, tienen más suerte a la hora de obtener a las primeras de cambio el favor de la prensa musical y del mundillo indie, ejemplos dentro del estilo indie folk que practica el americano nos sobran en los últimos años. Esto tampoco lo va a conseguir con este Maraqopa, lo cual no impide que al igual que varios de sus anteriores trabajos lo merezca claramente, sumando un logro más a una cada vez más sólida carrera.
Sin perder de vista sus referentes más clásicos, Maraqopa continua con el acercamiento a un sonido ligeramente más pop y luminoso que iniciara en su anterior Saint Barlett, de nuevo bajo la producción de Richard Swift, y nos acerca al Jurado más optimista en maravillosos temas como "Life Away From The Garden" llena de inspirados coros infantiles, "Reel To Reel" con una instrumentación que no hace tanto nos hubiera parecido imposible en el de Seattle o con la delicada joya pop que es "Museum Of Flight". En contrapunto a estos, temas como "Maraqopa", "Working Titles", "So On Nevada" o "Mountains Still Asleep" nos recuerdan al Jurado de antaño, con grandes como Neil Young o Nick Drake en el punto de mira. Todo el disco transcurre entre esas dos vertientes de manera acertada y al terminar deja ganas de repetir, sobre todo pensando en el estupendo tema inicial "Nothing Is The News", perfecta mezcla de ese nuevo sonido más producido con ritmos clásicos de folk-rock americano de los sesenta-setenta, en un estilo similar al que tantos éxitos le esta dando a grupos como Fleet Foxes.
Para terminar aclarar que Maraqopa podría atraer un buen número de nuevos fans para Damien Jurado, a poco que tuviera la repercusión que merece, aunque dudamos que eso se produzca. Por otro lado para sus seguidores será una nueva obra que disfrutar plenamente. En todo esto nos recuerda cada vez más a otro grande del estilo en la sombra como es Josh Ritter, los seguidores de ambos ya solo esperamos que sigan con su producción habitual, sabiendo que dificilmente nos defraudarán. Que sea por muchos años.

martes, 31 de enero de 2012

CRÍTICA : CLOUD NOTHINGS - ATTACK ON MEMORY


PUNTUACIÓN (sobre 10) - 7,1

El tercer disco del extraño Dylan Baldi como Cloud Nothings esta obteniendo gran reconocimiento entre la prensa americana más cool, quizás porque la producción ha corrido a cargo de un grande como Steve Albini o puede que porque ya su anterior disco homónimo, merecía más atención de la que obtuvo hace un año. Lo cierto es que la mano de Albini se hace notar claramente en los inicios del disco, alejando al grupo de las melodías pegadizas y guitarras contagiosas que habían practicado con anterioridad, acercándolo a un sonido mas rudo y seco, de efecto demoledor, que bien merece los halagos que recibe, y aunque la personalidad más luminosa y pop de Baldi va surgiendo en el resto del disco, para recuperar las intenciones de sus dos primeros álbums, la fuerza que le otorga la producción consigue hacer destacar este conjunto bastante por encima de lo que hasta ahora había grabado.
Todo el álbum lo podemos incluir dentro de un estilo lo-fi, indie rock con querencia punk, pero durante su transcurrir las influencias se muestran amplias. Desde el inicio, con los dos temas mas contundentes del álbum, donde quizás más se deja notar el afamado productor, podemos observar la amplitud de miras que ha alcanzado Cloud Nothings, en la inicial "No Future No Past" la presencia de Pixies y Nirvana se hace evidente, con un sorprendente piano inicial que recuerda en algo a Radiohead, después la extensa "Wasted Days" añade también a Sonic Youth a la ecuación, dejando un excelente comienzo de álbum, con puede que los dos temas más acertados del lote. A partir de ahí entran en escena los anteriores logros del grupo, rebajando bastante la dureza del comienzo sobre todo en la más superficial "Fall In", pero con un aire más vivo se sigue manteniendo un buen nivel, como en los acercamientos a The Strokes "Stay Useless" o a Smashing Pumpkies "No Sentiment", en el potente instrumental "Separation" y en la despedida mezcla de indie rock de la pasada década y los noventa que forman las aceleradas "Our Plans" y "Cut You".
En definitiva un buen álbum, con un espectacular inicio, que aunque no se mantiene, nunca llega a caer, con un Dylan Baldi que demuestra de nuevo facilidad para las melodías, pero que se muestra más acertado cuando se deja llevar por la fuerza que imprime a sus producciones Steve Albini que cuando se acerca al lado del punk pop más facilón . Puede que esta sea la clave a resolver en un futuro, seguro no lejano ante lo prolífico que se muestra Baldi, si se decantará por seguir el camino iniciado en este álbum o todavía dará alguna vuelta más, quizás con otro productor muy diferente. Conviene no perderle la pista, porque aunque las alabanzas a este Attack On Memory, puedan ser algo excesivas, si muestra un potencial, de seguir por este camino, más que interesante