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martes, 24 de julio de 2012

CRÍTICA : SIGUR RÓS - VALTARI

PUNTUACIÓN (sobre 10)  -  7,5

Que Sigur Rós son un grupo diferente es algo evidente, no solo en su música, sino también en la forma de tomarse su carrera. Lo cierto es que muy pocos podrían pensar cuando publicaron Von hace ya 15 años, lo lejos que llegarían estos islandeses, que entonces tenían pinta de ser un grupo para unos pocos inquietos. Pero todo empezó a cambiar a partir de Ágætis Byrjun, obra maestra que los situó en el mapa, mientras que el posterior ( ), de nuevo un discazo, se radicalizaba en una propuesta diferente, con una obra casi conceptual llena de momentos mágicos, parecía que el grupo se convertía en un referente para los más raros de la clase, para los que necesitaban algo más. Y entonces para sorpresa y temor de sus seguidores llegó su ligerísimo acercamiento a sonidos algo más pop, más abiertos a un publico más amplio (dentro, claro esta, de un limite, pues lo especial del grupo limita las posibilidades a oídos preparados), no supuso ningún problema pues primero Takk  y después Með Suð í Eyrum Við Spilum Endalaust, este sobre todo en su primera mitad, miraban cara a cara a sus antecesores sin palidecer. Fue entonces cuando más populares se volvieron, buenas ventas, un buen número de fieles y una fiebre publicitaria por sus melodías, primero plagiándolas ante la negativa a cederlas del grupo, que llego a quejarse en su web (buscad en la red, hay varias espectaculares) y después sumando las del buen disco, aún más  pop, de Jonsi en solitario ya de manera consentida, se han convertido en uno de los grupos más usados para anuncios. Lo que nadie esperaba fueron los casi cuatro años de parón justo en ese momento, y quizá aún menos este regreso, tras el directo Inni, pues lo fácil era pensar en un nuevo paso en ese camino más abierto del que hablábamos, pero Valtari es si cabe su disco menos comercial, entendiendo comercial al nivel que un grupo como este puede serlo, totalmente alejado de ese camino que parecía que habían iniciado. Lo que decíamos un  grupo diferente, con un camino que solo ellos pueden marcar, puede que eso les haga un grupo difícil de seguir y este su disco menos valorado, llegando a ver incluso a los pocos plumillas cool que hasta ahora los habían vanagloriado, empezar a renegar.
Musicalmente hablando Valtari parece aclarar que el camino que llevaba el grupo no era lo que realmente querían, quizá sí para la carrera de Jonsi en solitario, pero no para la banda madre, incluso parece explicar el porqué de el parón indefinido que se tomaron. Pero lo cierto es que el álbum tiene una primera parte magnífica, posiblemente los mejores 26 minutos de lo que llevamos de año, ciertamente lentos y mucho menos épicos de a lo que nos venían acostumbrando (a excepción de "Varúð"), pero de una belleza y una delicadeza insuperables. Cada nota, pequeño cambio de ritmo, entrada de un instrumento o alargadísima vocal de la insuperable voz de Jonsi, hacen que cada escucha de "Ég Anda", "Ekki Múkk" y "Rembihnútur" se vuelva más mágica, recordándonos, y eso es mucho decir, las partes más pausadas de Ágætis Byrjun. El tercer corte "Varúð", el único tema del álbum que también serviría para las magníficas cortinillas de Teledeporte o para el final épico de peliculas como 127 Horas, realza esta primera mitad con ese final in crescendo de magníficos coros, esplendidas guitarras y apoteósica batería, otro de esos temas únicos, ya van unos cuantos, que un único grupo puede hacer en el mundo. Ciertamente la segunda parte del álbum, como en su anterior disco no mantiene el nivel de la primera, la monotonía que provoca el colocar los cuatro temas más lentos, sin practicamente ninguna aparición de la voz de Jonsi, a excepción de la situada en primer lugar "Dauðalogn", es su mayor carga, a lo que se suma algún momento excesivamente ambiental o incluso new age poco acertados, aún con todo "Varðeldur" y la titular "Valtari" consiguen momentos muy acertados antes de que la despedida con "Fjögur Pianó", pieza que  nos muestra de nuevo la facilidad del grupo con ese instrumento aunque aquí siempre esperemos que la melodía estalle y se vuelva algo más.
No sabemos como van a ser los siguientes pasos de los islandeses, y en el fondo nos encanta, por que es cierto que la segunda mitad de este álbum es algo fallida, o incluso que ya la de Með Suð í Eyrum Við Spilum Endalaust bajaba un poco el nivel, pero es que hablamos de un nivel tan alto que ni siquiera preocupa, pocos muy pocos, pueden ofrecer algo tan hermoso y a la vez tan diferente, tan calmado aquí y tan vigoroso y optimista allí, como las dos primeras partes de estos dos discos, y todo reconociendo que ninguno de los dos se encuentra entre sus obras cumbre. Nos parece que a partir de ahora empezará a bajar un poco su popularidad, que no habrá revista de modernos que le vuelva a dedicar grandes artículos y que a ellos poco o nada les importará, y a nosotros tampoco mientras continúen publicando y tocando en directo a poder ser sin que vuelvan a pasar cuatro años y haciendo lo que les de la gana, como titular este remanso de paz y belleza Valtari, que significa Apisonadora.

1 comentario:

  1. Tengo que darle más escuchas a este disco, tienes razón en que se aleja del camino de los dos anteriores. Me gusta lo que comentas de la combinación de calma y vigor, ese optimismo que salpica en ocasiones el tono melancólico que tan bien dominan estos islandeses.
    Saludos

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